El engorroso efecto de la escenografía

Horrible es la palabra que define al proceso de la escenografía en este trabajo. Si había algo peor que la escenografía no lo conozco. Incapaces en todos los sentidos, faltos de inspiración y de ideas prácticas. No éramos ni del gutem tag ni del styling. A medida que pasaba el tiempo el trabajo se nos venía encima. Ideas alocadas o demasiado trabajosas para el escaso tiempo que teníamos y que se nos agotaba día tras día. Uno se convencía de una cosa y el otro se la echaba por tierra y así fueron avanzando los demás procesos del trabajo mientras que este permanecía en stand by.

Al principio propuse la idea de hacer unos botes de laca enormes en cada lado del escenario con el nombre del musical como marca de estas. Esta idea se negó por completo por la dificultad de conseguir el material y lo laborioso que eran únicamente esos dos detalles. Otra idea fue colocar miles de botes de laca haciendo un marco en la tarima del escenario. La idea fue desechada al instante. Otra idea más fue aprovechar el proyector para darle juego con la coreografía. Ocurrieron ideas como un karaoke o una imagen de una habitación amueblada como en aquella época. Se descartó porque podría desviar la atención o crear un horror vacui que molestaría al público. 

Finalmente, una vez se hizo el diseño de los flyers y de los carteles y viendo el material del almacen se decidió jugar con las formas geométricas y las tipografías que se mostraban en el diseño. La idea es la siguiente: 


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